Decía Steve Jobs que la
única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces y algo de razón
tendría que tener, pues todos sabemos donde llegó y que no fue fácil el camino
hasta la cumbre, de hecho, renunció a muchas cosas, principalmente en el ámbito
personal, cosa que después se arrepintió pues se cegó demasiado con tu éxito a
nivel profesional haciendo lo que más amaba en el mundo. Está claro que nada es fácil de conseguir pero también es
cierto que tampoco es imposible.
Si todavía no lo tienes claro,
reflexiona un rato, piensa lo que te gustaría hacer en la vida, más que pensar,
te diría siente lo que te gustaría hacer en la vida y una vez que lo tengas
claro, que lo que has sentido salió de lo más profundo de tus entrañas habrás
encontrado la motivación más grande que se puede tener.
Todos hemos venido a este
mundo sabiendo hacer algo mejor que la mayoría o diferente a la mayoría y da la
casualidad que eso coincide con lo que más te gusta hacer en el mundo, por
mucho que renuncies a ello ya sea por las circunstancia de la vida o porque lo
veas imposible de realizar vuelve a ti una y otra vez el deseo de dedicarte a
ello porque esa es tu misión en la vida hacer felices a los demás y a ti mismo
ofreciéndoles y ofreciéndote lo que mejor sabes hacer.
Así que si has sentido algo
así no intentes ocultarlo y aparcarlo en un lado de tu corazón o tu cabeza, ese
algo eres tú mismo y tú deseo más grande y volverá una y otra vez.
¿A que estas esperando
entonces para lanzarte a por ello? Muchas personas necesitan eso que tú puedes
ofrecerle, ese don que tú tienes. Hasta que no te decidas a ello habrá en el
mundo un hueco vacío de algo que solo puedes llenar tu. Tus pinturas, tus
diseños, tus libros, tu trabajo como ama de casa, como economistas, arquitecto.
Es cierto que de todo hay mucho pero lo que cada uno podemos ofrecer en nuestro
terreno nadie puede ofrecerlo más que nosotros mismos.
¿Te decides ya?